Muchos niños son tímidos, no se sienten seguros y en ocasiones prefieren jugar solo antes que unirse a un grupo con otros niños y niñas de su misma o similar edad.
Si a tu peque le ocurre esto, no te asustes ni te preocupes de más, no eres ni mucho menos el único papá o la única mamá que tiene un hijo introvertido.
Esto se puede trabajar y llegar a cambiarlo, pero debes tener en cuenta que no será de la noche a la mañana y que, si una persona es tímida, lo será toda la vida.
Lo único que podrá hacer es trabajarlo para aprender a gestionarlo y convivir con ello.
Para que empezar debemos comprender porque nuestros hijos son tímidos.
Sencillo, normalmente los niños que son así, lo son porque tienen falta de autoestima, o se autoexigen demasiado o incluso, también, puede que les ocurra porque tengan miedo de defraudar las expectativas de los demás.
Si tu hijo está en esta tesitura, lo primero que debes tener en cuenta es que NUNCA, jamás, deberás ni castigarle por no saludar o no ser más abierto, ni forzarle a hacer cosas que no le salgan a el mismo, como dar besos y abrazos a otra gente (por mucho que sea la tía o los abuelos) o por no jugar con otros niños.
Lo combatiremos solo si lo que intentamos es que aumente la confianza en sí mismo.
Como padre, ¿cómo conseguiré que mi hijo aumente la confianza en sí mismo?
Sencillo, tengamos en cuenta unos puntos claves, que como padres nos ayudarán a darle apoyo.
Lo primero que hay que tener presente, es que como ya hemos dicho en otros post, no debemos colocare ninguna etiqueta, puesto que, si le colgamos la de “tímido”, entenderá que es parte de su personalidad y no tendrá la necesidad de modificar esta conducta.
También le vendrá muy bien que, sin ser sobreprotectores como padres, intentéis ponérselo más fácil.
¿A qué me refiero con esto? simple, si puedes invitar a otros niños a casa o llevarlo a un parque o lugar donde tenga que interactuar con otros niños, hazlo, deja que sea él o ella quien gestione la situación, pero ponle en esa tesitura.
Otro consejo interesante sería, como he mencionado más arriba, no le obligues a tener ningún tipo de conducta concreta ante ciertas situaciones, esto, lo único que provocará es, que aumente su ansiedad ante estas situaciones y se cierre aún más. Déjale ser como es, solo guiadle y apoyadle, al fin y al cabo, es su personalidad.
Otra recomendación que os vendrá muy bien para intentar que deje de pasarlo tan mal a la hora de interactuar con otros niños, es potenciando su autonomía ya desde casa (desde la intimidad).
Si se le da bien alguna actividad, ya sea pintar o montar en bicicleta, apóyale, refuérzale positivamente cada vez que lo haga bien o mejore. Poco a poco ve dándole tareas que sepas que puede hacer bien y sigue el mismo guion, cuando veas que lo hace bien, refuerzos positivos y aumento de su autoestima, si lo hace mal, refuerzo positivo también y explicación sencilla para que no piense que lo hace todo mal, sino que solo ha tenido un pequeño error (de este modo reforzamos su autoestima también).
Poco a poco vosotros y sobretodo vuestro peque, verá que es capaz de hacer muchas cosas bien y no tendrá tanto miedo de no estar a la altura de los que pueda conocer.
Ahora bien…
Al margen de apoyarle, de ofrecerle la oportunidad de interactuar en casa, es su terreno, con otros niños, no obligarle a actuar de ningún modo…etc, recuerda que algo que frustra mucho a los niños y no debemos hacer nunca, pero que sí utilizamos mucho, es la comparación.
NUCA COMPARES A TU HIJO CON OTRO, ni con amigos, ni con primos, ni con nadie, esto le frustrará de tal modo que aún se cerrará más.
Con estas recomendaciones seguro que poco a poco (ten en cuenta que este proceso es lento), vuestro hijo empezará a abrirse un poco con los demás.
¡ANIMO!