El trastorno Oposicionista Desafiante, conocido como el TOD, se presenta en la etapa de primaria. Lo idóneo es comenzar su tratamiento en esas edades y antes de la adolescencia.
Este trastorno conlleva una conducta disruptiva, es decir, el niño tiene un patrón continuo de comportamiento.
Consiste en una oposición a las figuras de autoridad (padres, profesores) que se caracteriza por ser desobediente, hostil y desafiante.
Según el Manual de diagnóstico y estadístico (DSM-IV) de la Americam Psychiatric Association, estamos ante un TOD, de las conductas problemáticas que determinan este trastorno. El niño debe presentar en su conducta al menos 4 de los siguientes criterios:
Criterios para determinar el trastorno TOD
-Está enojado, irritable y resentido.
-Discute con los adultos frecuentemente.
-Pierde la calma y se molesta fácilmente.
-Molesta e irrita deliberadamente a los demás.
-Culpa a los otros de sus errores y de su conducta
-Es rencoroso y vengativo
-No sigue las peticiones, indicaciones o reglas de los adultos. Rehúsa su acatamiento y los desafía activamente.
Estas características de la conducta suelen manifestarse en casa más que en el colegio, pues el niño tiene un mayor control en casa. No se trata de situaciones aisladas, estamos ante un trastorno. Cuando el patrón conductual se da en un tiempo superior a 6 meses.
Tratamiento
Afecta al desarrollo del aprendizaje y la personalidad. Por eso en la intervención que realizamos desde nuestro Centro DEEA, es tratar a través de la intervención del niño, sus padres y en ocasiones las figuras de autoridad como profesores.
La duración varía en cada situación, y en unos meses son visibles las evoluciones.
Es importante tratar este trastorno junto a otros escenarios que podemos encontrar como ansiedad y depresión, déficit de atención e hiperactividad y los trastornos en el aprendizaje.
Hay que atender al niño en el control de su ira, creando ambientes de confianza donde pueda expresar sus sentimientos y desarrolle las correctas habilidades sociales.
Los padres también de un entrenamiento de los escenarios cotidianos, donde nos vamos a centrar en el desarrollo de nuevas habilidades que van a ser más positivas y menos frustrantes. Ya que el tratamiento de este trastorno es un proceso difícil que estresa incluso a los padres más pacientes del mudo. Por eso en DEEA contemplamos el proceso de forma trasversal.
Para detectar este trastorno, el patrón tiene que darse por más de seis meses. No se puede confundir con estadios de desarrollo que conlleva la etapa infantil normal, donde la fase del NO es un paso hacia el desarrollo de la independencia de nuestra hijo/a.