Es necesario preguntarse¿Qué es la psicología infantil?
El hecho de que seamos padres o madres, consiste en algo más que satisfacer las necesidades de nuestros hijos y ofrecerles la mejor vida y las mayores comodidades que podamos. Ser padres es una responsabilidad, es la responsabilidad de estar siempre ahí, pacientes, sensatos, siempre que ellos nos necesiten o cuando crean que no.
Tendremos que estar ahí con ellos, pero sin hacerles las tareas o superar sus propios retos, sino guiándoles para que lo sepan hacer por si solos. Es importante que aprendan con sus errores.
Pero… ¿por qué os cuento todo esto de la psicología infantil?
Porque para lograr estar ahí, para poder ayudarles de verdad, es necesario que comprendamos la psicología infantil, que comprendamos el porque de su forma de actuar.
Para esto no necesitas leerte miles de libros, ni todos los artículos que se hayan escrito sobre este tema, solo debes tener en cuenta las siguientes sencillas pautas:
Aprende a observar a tus hijos:
El saber observar es una de las formas más eficaces, a la vez que sencillas, de aprender psicología infantil. Si mostramos interés en lo que hacen y dicen nuestros hijos aprenderemos cuáles son sus expresiones, su temperamento, cuando y porque no comen normalmente o cuando quieren dormir o jugar…
Observando conoceréis mejor a vuestros hijos e hijas.
Pasa tiempo con tus hijos, pero tiempo de calidad:
Sabemos que hoy en día, entre el hogar y el trabajo, los padres y madres, estamos muy liados, pero igual que buscamos tiempo y hacemos frente al trabajo y a todas las tareas que tenemos pendientes cada día (cosas menos importante que los hijos), debemos saber que nuestros pequeños no son una de esas tareas, de modo que tendremos que guardarles un rato de nuestro tiempo para poder pasar tiempo con ellos, jugando, leyendo, hablando, lo que quieras, pero que sea de calidad, tiempo en el que nos dediquemos al 100% como padres y madres.
¿Qué quiero decir con eso de “tiempo de calidad”? Sencillo, cuando pases tiempo con tus hijos, sea una hora o cinco, estate con ellos, deja el móvil, el ordenador o la televisión, estate 100% centrado en ellos.
Presta atención al entorno en el que está tu hijo:
Se ha demostrado que las actitudes o comportamiento de un niño pequeño, están en gran medida determinadas por su entorno, el ambiente en el que crece, la gente por la que se rodea…
Si quieres conocer bien a tus hijos, debes prestar atención al ambiente en el que están creciendo. No solo en el cole o en el parque con sus amigos, sino en vuestra propia casa, vosotros mismos sois el principal ejemplo que tendrá.
Si crece en un ambiente que no tenga estimulación para él o ella en sus primeros años, puede que esto comprometa seriamente la evolución de determinados procesos psicológicos básicos como puedan ser, el uso del lenguaje, las habilidades sociales… etc.
¿Cómo funciona el cerebro de tu hijo?
Si comprendes cómo funciona el cerebro de un niño, te será más fácil comprender a tu hijo, porqué toma las decisiones que toma, porque tiene los comportamientos que tiene, por qué y cómo actúa socialmente o sus habilidades cognitivas… entre otras cosas.
Todo este conocimiento lo obtendrás llevando a cabo las pautas anteriores y las que os dejo a continuación, observándole y escuchándole.
Escucha y deja que te cuente su punto de vista y sus historias.
Hablar siempre es bueno, pero si además escuchamos aun es mucho mejor, intenta tener conversaciones con tu hijo desde pequeño, conversaciones en las cuales tu expongan tus ideas o normas, pero en las que él o ella, también pueda expresarse y explicar sus puntos de vistas.
Cuando son pequeños, puede que les sea difícil explicarse con toda la claridad que quisieran ellos y nosotros, por esta razón aun es más importante prestar más atención a sus palabras y a sus gestos y señales no verbales.
Hazle las preguntas correctas.
Si quieres que tu hijo cuente contigo y que hable contigo, es importante que le hagas las preguntas adecuadas cuando es adolescente, pero también es importante que lo vengas haciendo desde que es pequeñ@.
Cuanto más concreta o correcta sea a pregunta, más posibilidades tienes de que la respuesta sea la que necesitas escuchar, pero ten en cuenta que como todo, dar ejemplo es lo más importante, puesto que si tu no respondes a sus preguntas como él quiere, lo más lógico es que tampoco se de esta situación al contrario.
Por último, es interesante que no solo observes a tu hijo o hija, sino que observes a otros niños de la misma edad, esto puede ayudarte a entender mejor los actos de tu peque.
Observar a otros niños también te puede ayudar a conocer los puntos fuertes y los puntos más débiles de tus hijos y que determinan su personalidad, al fin y al cabo.
Ahora sabemos que los niños no son adultos en miniatura y con los avances en la psicología infantil podemos comprenderles y ayudarles mejor. No se trata de que tengan que pesar o actuar como lo harán de adultos, funcionan de una forma diferente y debemos comprenderlos y con conocimientos que vayamos obteniendo con las pautas que os hemos dejado, os será más fácil comprenderles y apoyarles.