Mi hijo pega

A partir de los 2 años, los niños entran en el periodo de autoafirmación o de búsqueda de poder, por eso suelen pegar.

Es una etapa (que a los padres se nos hace eterna) en la que intentan salirse con la suya constantemente, dicen “¡NO!” a todo, tienen pataletas, gritan, desobedecen e incluso pueden llegar a pegarnos.
Esta etapa puede durar hasta los 3 años y, aunque nos pueda llegar a agotar, tenemos que armarnos de paciencia y afrontarla con algunos trucos y consejos.

Pelearse y pegar

Aunque en el mundo adulto una persona que pega es una persona tirana, mala, agresiva y violenta, en los niños no es así. Ni siquiera tienen esas conductas para fastidiarnos (¡aunque sí para desafiarnos!). Para evitar estar enfados, irascibles y nerviosos todo el día, lo mejor es pensar que es una etapa que pasará y que está ayudando a nuestr@ hij@ a desarrollarse y madurar.

LÍMITES

Aprender a reñir

Sí, que nuestr@ hij@ comience a tener conductas disruptivas nos indica que ha llegado el momento de comenzar a poner límites y normas que modulen su conducta. Ell@s no saben hacerlo solos y necesitan que les guiemos y les enseñemos qué está bien y qué no, pues han entrado en una etapa en la que se consideran el centro del universo.

Hemos dicho que es normal que peguen durante estos años, pero eso no quiere devir que lo tengamos que consentir. Por ello, cuando nuestr@ peque pegue debemos agacharnos, ponernos a su altura y decirle que no se debe pegar (acompañando la explicación de una cara seria). No debemos gritar, enfadarnos y, mucho menos, pegarle.
Si enseñamos a no pegar, pegando estamos mandando un mensaje totalmente contradictorio, sin sentido y que puede hacer mucho daño emocionalmente.

En esta forma de actuar deben ir al unísono todos los miembros de la familia: papá, mamá, hermanos mayores, abuelas, tíos… Pues de lo contrario sabrá que puede pegar delante de unos y no delante de otros, lo que no eliminará la conducta disruptiva.

Debemos evitar también frases del tipo eres un niño malo o ya/ahora no te quiero pues el mensaje que les mandemos siempre debe ser de amor, cariño y afecto. Nunca enfocado a dañar su autoestima. Nuestr@ hij@ debe saber que le queremos siempre, haga lo que haga, lo que pasa es que esa conducta que está teniendo, no nos gusta.

 

ALTERNATIVAS

Deja de pelear y compartir

Las alternativas son la solución a muchos quebraderos de cabeza de los padres. L@s niñ@s pequeñ@s tienen estos comportamientos porque no conocen otros que les ayuden a conseguir los mismos objetivos. Ese es nuestro trabajo en esta época: enseñarle alternativas de conducta más apropiadas. Por ejemplo, si pega porque otro niño le ha cogido el juguete, le enseñaremos que puede pedírselo, dejárselo un ratito y luego pedírselo, jugar con otro juguete o irse a jugar con otros niños, pero no pegar.

Cuando escoja una de las alternativas que le hemos ofrecido o por él mismo no pegue en una situación en la que antes lo haría, siempre, siempre, siempre, SIN EXCEPCIÓN, elogiaremos su nuevo comportamiento y le felicitaremos por lo bien que lo ha hecho.

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