¿Qué tareas son complicadas para un niño o niña con dislexia?
Lo que realmente debe quedar claro es una cosa, cuanto más trabajemos con nuestr@ peque, más fácil le será la corrección de sus dificultades (repetimos que siempre orientados y aconsejados por un profesional que también trabaje con el niñ@).
Y, entendemos que con el ritmo de vida que llevamos todos, sacar huecos para sentarnos y realizar actividades no siempre es fácil, pero es de suma importancia tanto para crear lazos como para trabajar las dificultades derivadas de la dislexia.
Un niño con dislexia tiende a ser más despistado y olvidadizo, por lo que es muy probable que no se anote los deberes en la agenda, le cueste más y le lleve más tiempo interiorizar los contenidos, memorizar las materias… etc. Por ello, todo trabajo extra siempre será un plus.
Si creamos unos hábitos de estudio y de realización de los deberes (de manera autónoma y conjunta con los padres) le será mucho más sencillo llegar del colegio y saber que toca un rato de trabajar también casa.
Por esto, podéis echarle un ojo hacer al post sobre La importancia de la implantación progresiva de rutinas y hábitos para comprender de qué manera podemos incluir en un día a día el rato de trabajo en casa con nosotros.
Cualquier niño con dificultades, sean las que sean, suele presentar sentimientos de frustración al sentir que no rinde al mismo nivel que sus compañeros, lo que le provoca tristeza, enfado, sentimientos de inferioridad, baja autoestima… Y, en numerosas ocasiones, puede llegar a perder el interés por ir al colegio, por estudiar, por aprender… A todos nos pasa, si vemos que no logramos los objetivos que esperamos y nos sentimos “diferentes” a los demás, ¿para qué vamos a seguir haciendo lo mismo? Y a este punto es al que debemos evitar que nuestros peques lleguen. Buscaremos siempre corregir las dificultades y lograr que poquito a poco sepan sobrellevarlas y se sientan motivados ayudándoles con felicitaciones y elogios siempre que se requiera.
Debemos prestar especial atención a la lectura de nuestro hij@. Dado que son niños que presentan una lectura lenta, con numerosos errores, pausas y rectificaciones, es fundamental que nunca presionemos para que lea más rápido ni estemos constantemente corrigiéndole porque esto le creará inseguridad y, probablemente, desinterés por leer cualquier tipo de texto.
Lo beneficioso sería ayudarle cuando veamos que no consigue decir una palabra o frase y dejar que poco a poco él se vaya corrigiendo solo. Cualquier esfuerzo debe ser elogiado pues se sentirá reconfortado y le apetecerá seguir esforzándose y repetir la lectura en otra ocasión.
Existen muchísimas actividades que podemos trabajar conjuntamente con nuestr@ hij@ y que le ayudarán en la ortografía, la grafía, el aprendizaje de los números, las letras, los sonidos de cada letra etc, e incluso es importante enseñarle técnicas mnemotécnicas para trabajar la memoria y que adquiera los conocimientos de manera más eficaz, por ejemplo, podemos utilizar colores, señales distintivas, repetir mucho una información o relacionar lo nuevo con otros recuerdos ya interiorizados.
Os dejamos una serie de tareas que pueden resultar beneficiosas para trabajar con vuestro pequeño cada día un rato, además de un enlace con imprimibles para que podáis descargarlos y trabajar en base a ellos con vuestr@ hij@, resolviendo laberintos, buscando las diferencias, buscando una letra concreta en un texto, repasando dibujos punteados, haciendo sopas de letras, coloreando dibujos siguiendo instrucciones concretas… etc.
Como son niños algo torpes a nivel motor, existen también ejercicios de coordinación que podéis hacer con ellos como manteneros unos segundos a la pata coja, cambiar de pierna después, saltar dentro de un círculo que hayamos marcado en el suelo, juegos de coordinación como bailes o movimientos pautados, por ejemplo, podemos elegir unas cuantas palabras y que cada palabra equivalga a un movimiento concreto (elefante — levantar el brazo derecho, tortuga — estirar el cuello, etc), iremos nombrando las palabras y tendrá que realizar el movimiento acordado.
De esta manera trabajará coordinación (añadiendo dificultad a los movimientos) y memoria.
En definitiva, os recomendamos que paséis cada día un rato con vuestros hijos e hijas “jugando” pero a la vez trabajando aquellas dificultades que más le entorpecen en el colegio o en el día a día. No os quitará más de unos minutos al día.
Si tenéis que premiarle o queréis regalarle algo (refiriéndonos un poco al post de la gamificación), es muy recomendable que se trate de juegos tipo “Lego” o similares, de montar, o plastilinas, recortables, rompecabezas o simplemente haced juntos juegos con papel de periódico y cola blanca (le divertirá), de modo que podáis construir figuritas.