El logopeda tiene como campo de acción la prevención, evaluación, diagnóstico y tratamiento de las alteraciones de la comunicación.
Los trastornos del lenguaje engloban una gran cantidad de aspectos. Cómo la comprensión, la pronunciación, los gestos, la socialización, el habla desde pequeños, etc.
Dentro de los componentes que pueden ser afectados en el lenguaje también podemos encontrar dificultades en la gramática, o en vocabulario, o en expresión escrita o hablada e incluso gestual.
Si creemos que nuestro hijo puede tener alguna de estas dificultades, te explicamos cuando debes ponerte en contacto con un logopeda:
- Retraso en la adquisición del lenguaje
- Afasias (dificultad para producir o comprender el lenguaje)
- Dificultades en la pronunciación y fluidez (tartamudez)
- Problemas de deglución
- Problemas auditivos (sordera parcial o total)
- Dificultades en la lengua oral y/o escrita
- Problemas en la voz (afonía, disfonía…)
Podemos encontrarnos dificultades como tartamudez, dislalias, retraso en el desarrollo del habla o del lenguaje.
Para saber si vuestro hijo necesita acudir a un logopeda, os dejamos este breve cuestionario.
Debéis tener en cuenta que existen trastornos de deglución o de respiración que pueden darse desde el nacimiento.
Estos son aquellos casos en los que los niños/as deben empezar a comer en biberón porque no son capaces de llevar a cabo algunas funciones.
Las dificultades relacionadas con un logopeda, se acentúan entre los 3 y los 4 años de edad, ya que es en este momento en el que los padres y madres soléis acudir a una consulta porque veis que vuestro hijo no come bien sólidos, ronca por las noches, sufre continuos resfriados, comen muy lentos y dan muchas vueltas a los alimentos entre otros.
Por lo tanto, si antes de que lleguen a esa edad, observamos síntomas que nos den indicios de un posible trastorno en la deglución o respiración, es recomendable acudir a un logopeda.
¿Cómo lo puedo observar?
Pues vamos a ayudaros dejándoos unas cuantas preguntas que deberéis responder con un sencillo Sí o No, y si 
más de la mitad de estas son SÍ, acude a un logopeda para que pueda evaluarlo.
- ¿Cuándo está en reposo su respiración la hace con la boca abierta?
- ¿Cierra la boca cuando come para masticar y tragar los alimentos?
- ¿Su respiración por la noche es muy fuerte o sonora?
- ¿Está ronco con demasiada frecuencia?
- ¿Usó durante mucho tiempo el chupete?
- ¿Es un niño que se ha chupado el dedo, los labios, los carrillos u objetos…?
- ¿El padre o la madre han tenido alguna alteración dental?
- ¿Cuándo está comiendo ven su lengua empujando hacia los dientes?
- ¿Sus dientes se cierran correctamente sin dificultad?
- ¿Tiene control del babeo?
- ¿Traga bien o deja restos en la boca después de hacerlo?
- ¿Lleva o debe llevar ortodoncia?, ¿Sus dientes están apiñados?
- ¿La aparición de sus dientes conllevó algún tipo de problema?
- ¿Se ha dado algún golpe grande que pudiera causar algún problema dental?
- ¿Abusa de los gestos y la mímica para expresarse?
- ¿Omite determinados fonemas que no sabe pronunciar («amón» por «jamón», «apato» por «zapato» o «pátano» por «plátano»)?
- ¿Distorsiona el lenguaje y da lugar a palabras casi ininteligibles?
- ¿Tiene un habla infantilizada, difícil de comprender por el adulto?
Si ves que las respuestas están más relacionadas con los dientes, puede que lo que necesite sea ir a un ortodoncista.
En definitiva, “el desarrollo de la comunicación y el lenguaje” conlleva una atención y un cuidado de nuestros peques.
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