Decimos cuidar el cerebro, cuando en realidad queremos referirnos a “estimularles”.
Cuidar la salud cerebral de nuestros hijos es tan sencillo como seguir cuatro indicaciones sencillas, pero no por sencillo deja de ser importante, de modo que atentos.
Lo primero es oxigenarlo.
Y… ¿cómo hacemos que llegue más oxígeno a nuestro cerebro?
La mejor forma de conseguirlo es practicando asiduamente deporte moderado, por tanto, es importante que fomentemos que los más peques hagan ejercicio físico.
¿Por qué?
Pues bueno, en realidad ya sabes todo lo bueno que hace el deporte por ti, conque para tu hijo, más de lo mismo o incluso un poco mejor.
Resulta que cuando hacemos deporte, nuestro corazón bombea más sangre y por tanto nos llega más oxígeno al cerebro, y esto es primordial ya que (este dato seguramente no lo conozcas), nuestro cerebro representa el 2% de nuestro peso corporal, pero puede llegar a consumir hasta el 33% del oxígeno que nuestros pulmones respiran.
De modo que todos a hacer deporte, que la mejor manera de que tus hijos quieran practicarlo es simplemente viéndote a ti hacerlo.
La segunda indicación consiste en dar afecto y cariño.
Según los neuropsicologos, dar cariño a nuestros hijos es tremendamente importante ya que, si su cerebro no ha recibido afecto durante sus primeros años de vida, muy posiblemente, crecerá con dificultades emocionales e incluso intelectuales.
¡¡¡Pero atención!!!
No debemos confundir el “dar cariño y afecto” con ser un padre o una madre “sobreprotector” e intentar evitarle cualquier sufrimiento, ya que la manera de que nuestro hijo aprenda a tomar decisiones es dejarle que tenga sus propios aciertos y sus propios errores (siempre dentro de la lógica y la supervisión, claro).
Los padres debemos estar siempre cerca, dejándoles espacio para que aprendan, pero dándoles consejo y apoyo para guiarles.
La tercera es: Una nutrición saludable.
Hoy día todo el mundo conoce cuales son los productos más saludables para nuestra salud cerebral, ¿Por qué no consumirlos? Y mejor aún, ¿Por qué no dárselos a nuestros hijos?
Comer sano, frutas, verduras, pescado azul y carne blanca etc. en proporciones equilibradas beneficia mucho al cerebro de “nuestro peque” ayudando a mejorar su memoria, su concentración o incluso su agilidad mental (está demostrado que las grasas no saturadas facilitan el flujo de la información en nuestro cerebro)
Al igual que con el deporte, insisto en que la mejor forma de dar ejemplo es aplicándonoslo a nosotros mismos. Si comemos verdura ellos comerán verdura, si comemos fruta ellos comerán fruta… etc.
Y, por último, la cuarta recomendación: Enseñar a gestionar el estrés y educar en el autocontrol.
Exacto, nuestros hijos también pueden sufrir estrés, esto no es algo exclusivo de los mayores.
Mantener todo el tiempo ocupados a nuestros hijos (coles, extraescolares, deberes…) en principio puede darnos la impresión de que es fantástico, porque están ocupados, se cansan, no se aburren, pero en realidad no es tan bueno.
No les damos tiempo a desarrollar el “juego libre” ni tampoco a “aburrirse” y buscar solución.
Normalmente, (y esto se ha demostrado) los niños que no disponen de tiempo libre, son propensos a tener estrés y además a tener muchas dificultades para enfrentarse a contratiempos o a cualquier tipo de dificultad que se les presente. Al estar siempre ocupado y con una agenda tan completa no tienen practica en la resolución de sucesos inesperados.
Enseñarles autocontrol les permite tener una mejor respuesta a cada situación.
Pero para enseñarles esto, debemos dejar que tengan situaciones en las que no todo el viento este a favor, debemos dejar que tengan problemas de los que puedan salir, ya sea acertando o equivocándose, pero que sean ellos.
Con esto no quiero decir que los boicoteemos para que sepan que puede salirles mal algo, si les sale bien, correcto, pero lo único que proponemos desde Deea, es que, si tiene que enfrentarse a una situación diferente, que lo haga, que no le sobreprotejamos, porque esto a la larga les perjudica mucho.